APOSTEMOS POR LA REINSERCIÓN


La prisión, por lo común, es una institución autorizada por el gobierno, y forma parte del sistema de justicia del país.
El objetivo de esta se trata de reeducar al detenido para su inserción en la sociedad. El artículo 25.2 de la Constitución Española deja claro los dos principios imprescindibles para el personal de instituciones penitenciarias: reeducar y resocializar.
Algunas personas, más de las que imaginamos, se encuentran en situaciones de grave exclusión social.
Diversas circunstancias a lo largo de la vida, por voluntad propia o sin ella, pueden conducir a un estado de carencia absoluta de recursos del que es muy difícil salir. Es el caso de las personas sin hogar, de quienes se encuentran en régimen de privación de libertad o acaban de salir de prisión, Generalmente, son elementos comunes el escaso nivel académico, la falta de cualificación y experiencia profesional, la desestructuración familiar, la marginalidad… Todos estos factores dificultan la inserción, pero el más grave tal vez sea el estigma de haber estado “fuera de la sociedad”, tanto para la persona, que presenta bajos niveles de autoestima, como para la comunidad, que manifiesta severas conductas de rechazo y desconfianza, sobre todo en el ámbito laboral. La reinserción sociolaboral es en estos casos urgente y el empleo se convierte en el vehículo más rápido y seguro hacia la integración en la sociedad.
Su trabajo es constante y va dirigido en un proceso, largo la mayoría de las veces, a conseguir, en primer lugar, que estas personas tengan un cambio de actitud e iniciativa para la participación sociolaboral, que aumenten la autoestima y confianza a través de las propias potencialidades y el desarrollo de habilidades sociales. El siguiente paso es facilitar la asistencia a la formación y las prácticas, para su capacitación o reciclaje profesional a través de planes individualizados. A la par, mediante la prospección del tejido empresarial, el acompañamiento en el proceso de búsqueda de empleo, la promoción personal y laboral y, sobre todo, la constante sensibilización del empresariado, se consiguen contratos de trabajo. Los objetivos fijados no son fáciles de conseguir y, por ello, producen tanta satisfacción los logros:
En el proceso de inserción de las personas con privación de libertad, pero en régimen abierto, se diseñan itinerarios de inserción que contemplan la asistencia a cursos de cualificación profesional (ayudante de cocina, fontanería, electricidad, soldadura) y la posterior participación en prácticas profesionales, donde las empresas pueden valorar el desempeño en el puesto de trabajo y relativizar su situación penitenciaria. La sensibilización hacia su contratación laboral constituye una de las actuaciones más relevantes del programa. Su evolución no suele ser lineal, pues se presentan situaciones que interfieren o suponen un salto atrás; circunstancias como llegada de nuevas condenas, adicciones no tratadas, o la vuelta a un ambiente familiar desestructurado, les hacen abandonar los procesos de inserción o empezarlos de nuevo. No obstante, hay ya muchos casos de éxito rotundo, como el de un joven, que tras la realización de un curso de conductor de autobús y la obtención del carné, consiguió tener una profesión y un empleo, el establecimiento de nuevas relaciones sociales, grupo de amigos, pareja…, circunstancias que suponen un cambio de vida, que afianzan las posibilidades de salir adelante, proporcionando confianza y autoestima. Constituye entonces una gran satisfacción que, cumplida la condena, se acerquen con “la intención de despedirse”, admitiendo que el hecho que los llevó a ingresar en el centro penitenciario nunca debería haber sucedido.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Artículo: Las ONG entran en la cárcel 11/2/2008

Nace el Consejo Social Penitenciario para favorecer la intervención de las ONG en prisiones. El órgano, constituido por representantes de las entidades sociales y de la administración, tendrá carácter consultivo.
Responder a la demanda de las ONG que trabajan con personas en prisión y facilitar que las entidades sociales realicen propuestas y mejoras tanto en lo relativo al desarrollo de programas como en cuestiones legales son dos de los objetivos del recién creado Consejo Social Penitenciario, tal y como ha explicado Mercedes Gallizo, directora general de Instituciones Penitenciarias.

“El trabajo de las ONG es cada día más profesional. Su contribución en la tarea de reinserción, es imprescindible. Además Aportan una mirada comprometida y solidaria de la sociedad. Con la creación de este Consejo queremos también reconocer esta labor”, añade Gallizo.

Miguel Pérez-Lozao, director de la Fundación Atenea Grupo GID y uno de los representantes de las entidades sociales presentes en la presentación del Consejo, destacó las mejores en rapidez y facilidad de coordinación que va a comportar este nuevo ente en un sector “tan dinámico, amplio y variado como el de las ONG que intervienen en prisiones”. Péres-Lozao también recordó que el trabajo de los voluntarios beneficia a toda la sociedad porque consiguen que la cárcel sea "más eficaz" y "humana".

Para Luciano Poyato, presidente de la Unión Nacional de Asociaciones y Entidades de Ayuda al Drogodependiente (UNAD), el organismo permitirá a las entidades contrastar sus puntos de vista y las comprometerá a seguir trabajando con transparencia y calidad. Poyato, calificó este acuerdo de "histórico" y afirmó que "hasta el momento ningún gobierno en España se había atrevido" a realizar un pacto como este. Recordó además que el objetivo de las cárceles, que han aumentado el número de reclusos en los últimos años, es el de la reinserción, por lo que, "la sociedad no puede olvidarse de estos ciudadanos".

Jaime Garralda, de Horizontes Abiertos, agradeció que las instituciones contaran con ellos y no simplemente les miraran "con buenos ojos" y quiso recordar que el Consejo nace debido a la gran necesidad que las ONG habían detectado para poner en marcha sistemas de trabajo conjunto entre funcionarios, internos y voluntarios.

El trabajo de las entidades

Actualmente 527 ONG desarrollan proyectos en las 77 prisiones españolas. En total, más de 5.000 personas (entre voluntarios y personal contratado) colaboran en diferentes iniciativas, que van desde programas sanitarios hasta proyectos de atención a colectivos específicos como drogodependientes, minorías étnicas, mujeres o menores, pasando por actividades educativas, de integración social, de apoyo a la inserción laboral, deportivas, culturales o de ocio.

Algunos de los temas que se tratarán en primer lugar en el Consejo, tras ser aprobado por el Consejo de Ministros, serán, según Gallizo, la participación con la dirección general para realizar un análisis estratégico y la colaboración con la subdirección general.

Las ONG que trabajan en el ámbito penitenciario aprovecharon la presentación del Consejo para solicitar al Gobierno una aportación mínima de 15 millones de euros para mejorar su financiación.

Las ONG integradas en el Consejo son Acope, Cáritas, la Confederación de Entidades para la Atención de las adicciones/Fundación Gizakia, Cruz Roja, Feaps, Fundación Atenea Grupo Para la Intervención en Drogodependencias, Fundación Padre Garralda, Pastoral Penitenciaria, Solidarios Para el Desarrollo y UNAD.

¿Qué PueDo HaCer yo?

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Si deseas colaborar con entidades que trabajan con personas en prisión puedes buscar las que operan en tu ciudad o provincia en el Directorio de Entidades de Canal Solidario.

3 comentarios:

  1. en muchas ocasiones encontramos presos en la cárcel por pequeños errores en su pasado y por estos errores quedaran marcados el resto de sus vidas. Por todo esto se hace necesario unos planes que ayuden la vida estas personas tanto dentro como fuera de la cárcel, pues todas las personas se merecen una segunda oportunidad, pero esta segunda oportunidad considero que no debería de dársela a todos pues a veces hacen cosas que no deben de tener perdón como es el caso de matar o violaciones pues esta comprobado que pueden volver a reincidir.

    Este aspecto me pareció muy relevante que se trabajara desde el ámbito de la pedagogía social pues hasta entonces era desconocido para mí.

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  2. La temática del blog me parece muy interesante, me llama bastante la atención el trabajo en este tipo de institución.

    El problema radica en que no existe una conciencia de trabajo en dichos lugares:
    Existimos los/las que creemos en la posibilidad de una reinserción y que pensamos que son personas que por diferentes motivos de la vida han llegado a parar allí. Evidentemente, hay casos y casos, pero sería estupendo que se pudiera llevar a cabo realmente una intervención con este colectivo que está tan alejado del apoyo social. Pero sin embargo, la realidad es totalmente diferente y se ponen muchas trabas para trabajar con el colectivo y los avances que se consiguen requieren mucho esfuerzo que muchas personas no están dispuestas a cometer. Y las personas que se implican acaban destrozadas de tanto luchar y no recibir apoyo.

    Por ello, es una intervención bastante complicada pero que sería muy interesante que se llevara a cabo en más ocasiones. Sería necesaria una conciencia social de que es posible la reinserción social en un elevado número de presos, para que de esta manera se intentaran llevar a cabo diferentes proyectos que sirven de mucha ayuda a estas personas privadas de libertad.

    Por todo esto me parece fundamental el apoyo asociativo y de las ONG's. Todo apoyo es bueno y supone un avance bastante grande para intentar llegar algun día a convertir estas instituciones en posibles centros de reinserción social.

    * Lucía Carrascal Mesa *

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  3. Felicitaros por la imagen tan cuidada, la selección de los contenidos y el detalle de los links para seguir ampliando información con otros enlaces. Muy buen trabajo

    Juan Miguel Gómez Hijano

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